miércoles, 28 de mayo de 2014

Artículo de Opinión.- Las encuestas y la Economía

Por Daris Javier Cuevas
 
La política económica en su enfoque electoral de la economía se sustenta en la denominada teoría electoralista la cual toma en consideración el desempeño económico y su impacto en los procesos electorales de cada país. Para analizar esto se descansa en dos elementos fundamentales de dicha teoría; por un lado está el ámbito económico, por el otro, está el ámbito político.
En el ámbito económico se pondera el hecho de que los gobiernos actúan con restricciones económicas que reducen la posibilidad de expandir los objetivos de estabilidad de precios y elevar la tasa de empleo, por igual los electores se sienten más cómodos con el crecimiento económico antes que ser atrapado por elevados niveles de inflación y desempleo, en tanto el gobierno maneja la economía mediante el uso de instrumentos de política económica, enfocado por el lado de la demanda.
En cuanto al ámbito político, la teoría electoralista parte del supuesto de que los partidos políticos que tienen el control del gobierno tienen como objetivo primario su prolongación en el poder, por las vías legales y constitucionales, el mayor tiempo posible. Esto significa que los partidos con vocación de poder emplean energías en el pragmatismo electoral.
La teoría electoralista parte de un escenario donde solo existen dos partidos políticos en competencia, por un lado está el partido de gobierno y, por el otro, el partido de la oposición. En tal sentido los electores se inclinarán a favor del partido de gobierno si este logra un crecimiento económico satisfactorio, estabilidad de los precios y baja tasa de desempleo. Por el contrario elegirán al partido de la oposición si las variables señaladas registran un deterioro progresivo  durante la gestión de gobierno.
Bajo este enfoque los partidos políticos en el poder tienden a emplear los instrumentos de política económica cuya ejecución estará en función de lo cercano o lejano que esté la celebración del torneo electoral. Por tales razones la teoría electoralista invoca la política económica en función de la proximidad o lejanía de las elecciones. Pues  para permanecer en el poder, el gobierno está obligado a ejecutar una política económica expansiva en lo fiscal, renunciando a la austeridad, mantener la estabilidad macroeconómica y una tasa de desempleo inferior al patrón de comportamiento.
 
Estos criterios rompen con los argumentos simplistas de que se abusa del poder en tiempos electorales y que la permanencia en el poder de un partido desgasta al mismo o que se está frente a la incubación de una dictadura de un partido único.
 
No existen evidencias empíricas que sustenten tales argumentos en ningún país del mundo y solo responden a apreciaciones propias de la especulación y a intereses subjetivos particulares, pues si la elección responde a las vías establecidas por la democracia, entonces, los objetivos e instrumentos de la política económica lo que ponen en evidencias es un modelo cíclico de los procesos electorales. Por tanto, no se debe olvidar que los electores toman en consideración el comportamiento reciente de la economía al momento de ejercer el sufragio, aunque estos difieren sus preferencias en función de los resultados económicos. A 24 meses de las elecciones 2016, tres empresas encuestadoras han realizado mediciones de preferencias electorales que tienen una correlación con lo explicado. En efecto, en común los resultados arrojados ponen de manifiesto que el país va en una dirección correcta con una valoración de un 58.3%, en lo cual se expresa que la estabilidad de precio y el empleo no registran altas preocupaciones, que el PLD se consolida con un 56% como el favorito de los electores frente a un rezago de un 34% del PRD, donde Miguel Vargas está fuera de competencia e Hipólito Mejía no tiene partido, en tanto, el expresidente Leonel Fernández supera el 50% para competir a lo interno y externo de su partido superando a cualquier competidor.
Por igual, el presidente Danilo Medina es valorado por su buena gestión de su gobierno, pero inhabilitado por la constitución para competir. El PLD sigue siendo favorecido por el electorado, fruto de la acumulación de 10 años consecutivos de estabilidad macroeconómica, con el periodo histórico más largo de crecimiento del PIB y estabilidad de precio. Esto en armonía con la práctica son lo que dentro del ciclo político-económico han generado; la denomina teoría electoralista racional y se manifiesta a través de la capacidad del manejo eficiente de la economía y en adición nos encontramos con una oposición, el PRD, sin una agenda temática que exprese las aspiraciones del electorado, en tanto, los grupos de la sociedad civil son dirigidos por militantes políticos ocultos que rompen con la vocación de estas organizaciones y la inexistencia de candidatos emergentes. Esa es la lectura detrás de las encuestas.
El autor es economista

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