Por Juan Tomas Olivero.-Como de que no, si eran mentira o verdad, como de que no, como de que no, si fueron ciertos los juramentos, como de que no, como de que no”. Este fue el himno de todo amor herido o traicionado, ¿quién, de aquella época, no recuerda esta canción del Gran Bolerista, Fernando Valadez? ¡Cuántos corazones heridos, rotos y reclamados por esta canción!
El Teatro Agua y Luz fue testigo de la primera gran angustia y tragedia política existencial del P.L.D; la renuncia en 1991 de su fundador, líder y guía Juan Bosch, renuncia motivada ante lo que él llamó, el asalto al partido de los pequeños burgueses oportunistas.
Juana Sánchez, indignada por la gota que le dio a algunos llorones del Comité Político de entonces ante el hecho, la tipificó, oportunamente, como el síndrome del cocodrilo; puesto que, por más fea que era la mueca lloricona, no lograban con ello sacar una lágrima.
La sicoanalista de la ocasión, Juana Sánchez, llamó a este esfuerzo compungido de simulación hipócrita, lágrimas de cocodrilos.
La derrota propinada por Leonel a Euclides Gutiérrez Félix y Norge Botello, con más del 90 % de los votos del Congreso Elector del PLD en 1995, creó con ello en la estructura de valores morales de la dirección del PLD, el relativismo ético utilitario, que como un germen destructivo ha actuado en el cuerpo orgánico peledeísta en los últimos 20 años.
De forma encadena a este proceso, la mente de un grupo de oportunistas, surgido en la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la UASD en 1994, cuando Leonel fue candidato a la vice presidencia con don Juan Bosch, entre cuyos miembros y jefes estaba Joaquín Gerónimo y el más anti Boschista que de forma farisaica reivindica más, hoy, a Juan Bosch que cualquier otro ; después de ser junto a Norge Botello, el artífice de su negación en el VI Congreso del PLD, promoviendo para Leonel la presidencia en función y llamando a enterrar el Boschismo como lastre del pasado y votar en su contra para no ser adoptado como doctrina e ideología Política del Partido, el ilustre Juan Temístocles Montás. Creo, si no me equivoco, primo del máximo dirigente del PACOREDO, calcularon entonces, estos señores, hacer de Leonel un Condón político, desechable a conveniencia.
El Condón Morado que como caballo de Troya ha sido utilizado en cuatro ocasiones, cuando la necesidad y la conveniencia obligaban a su uso para llegar en 1996, regresar en el 2004, permanecer en el 2008 y retener en el 2012; parece haber perdido su valor de uso para el 2016.
Lo que duele al condón morado, es que después haber dado tanto buenos momentos, ahora se le deseche como lacra miserable. Y no falta quien afirme, que el líder de muchas batallas, es disfuncional y no tiene nada nuevo que aportar. Diría el vecino de la habitación del lado, que no conciliaba sueño ante las intrépidas hazañas del Condón Morado, cría cuervos para que te saquen los ojos, ¡oh Dios, cuanta mala fe y envidia!
Todo indica, y ojalá así sea, que el releccionismo perverso, esta vez no tendrá éxito en el Congreso y, el hombre del maletín no se le impondrá a la sensatez y la institucionalidad justa y duradera del Estado. El plan de liquidación del Grupo Danilo en contra de su principal liderazgo en Metro Country Club, articulado, por supuesto, en el llamado Comité Político conformado por amigos, empresarios, riferos, comerciantes, unos pocos dirigentes políticos y muy pocos peledeístas , fue precedido por un burdo desconocimiento e irrespeto a la autoridad de su presidencia.
Si la disciplina es buena para una cosa, lo debe ser para todo, y, eso incluye la forma grosera en que se ha conducido Temo16, frente al presidente del Partido de la Liberación Dominicano. No pueden pedir a los legisladores que preserven lo que ellos no supieron prever y conservar por encima de ambición personal alguna.
El Condón Morado parece buscar su emancipación y soberanía en el Congreso de la República, lo mancillado y humillado en Juan Dolio; que es lo mismo que decir, la dignidad de la presidencia del partido ultrajada. Y con ello, de forma accidental, devolver al Estado su ámbito de competencia y supremacía frente a la ambición e intereses desmedidos de particulares.
La pregunta es ¿qué pasa en el P.L.D y su Comité Político? ¿Qué le aparta de su naturaleza, visión y misión partidaria? La filosofía Antropológica del pensamiento de Teilhard de Chardín, tal vez, tenga una respuesta a estas preguntas en su abordaje sobre El Punto Omega, en la que trata la cuestión filosófica de la ley de centro-complejidad: “…la ley de centro-complejidad nos hace entrever zonas cada vez más difusas, donde los elementos de conciencia cada vez más fragmentarios flotan en un estado de heterogeneidad cada vez más desorganizada.”
Con la mejor de sus armas, el ex presidente Leonel Fernández no tiene más camino que pararse a pelear con gallardía, y así, enfrentar la embestida de los cuervos condoneros.
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